miércoles, 7 de septiembre de 2011

Hola Manolo!!!
¿Cómo va la recuperación de la pierna? Como diría nuestro presidente, pese a estar harto de acudir día sí día también al centro ¿hay brotes verdes?
Te escribo para decirte que tu libro ha sido cómo un fascinante viaje dentro de otros, puesto que se ha venido de excursión conmigo este verano.

He de señalar, también, que en los primeros capítulos me lo pasé en grande poniéndole voces a todo ser parlante, mexicano, uruguayo, ecuatorianos, alemana hispano parlante....
Es cierto lo que la gente del foro comnetaba, es un libro ameno, fácil de leer y muy ligero, como un chupito de aire frecso que siempre sienta bien. Me encanta tu estilo descriptivo, ya que nos sumerges en los paisajes como si los viviéramos realmente.
¡A ponerse bueno pronto que tus botas dan saltitos de impaciencia cada vez que te ven!

Un saludo y un abrazo.

Nuria Escamilla
(fisioterapeuta)

lunes, 27 de junio de 2011

Hola Nelo, leí tu libro de un tirón. La verdad es que me enganchó enseguida y eso es una muy buena señal para un libro.
La descripción de la selva te lleva a vivirla (en la imaginación, claro) pero también me sorprendieron los toques muy poéticos que tienes, con un lenguaje literario de alta calidad.
En cuanto a la trama, tiene todos los ingredientes de un buen thriller que te hace pasar momentos de angustia cuando el prota está perdido por la selva. Supongo que esto no te habrá pasado a tí. Los ritos chamánicos es lo que tienen, que no sabes por donde van a salir. Yo desde luego he rechazado alguno con extrañas drogas que "dicen" te transportan a experiencias paranormales. A cierta edad uno prefiere las experiencias "normales". 
Bueno, te animo para que aproveches la convalescencia, ese tiempo que a tantos le falta, para seguir creando y escribiendo. Tus lectores te lo agradeceremos.

Es como el cuento ese del principe maya feliz al que el brujo quiere joder para hacerlo infeliz y hacerse con el reinado. Como al principe le gustaba correr por la montaña, le hizo un hechizo y lo dejó inválido. Entonces se dedicó a pintar y seguía siendo feliz. El brujo lo dejó ciego. Entonces se dedicó a cantar y oir música y seguía siendo feliz. Lo dejó sordo y mudo y se dedicó a oler flores y seguía... Bueno al final lo deja sin sentidos y en un profundo sueño, pero el principe entonces se dedicó a soñar todo lo que hacía cuando estaba bien, y seguía sonriendo y siendo feliz. El brujo frustrado se fue a tomar por saco y colorín colorao. (Es un viejo cuento de juventud). Pues eso, que adelante, que sigas escribiendo que lo haces muy bien, y si necesitas algo, cuenta conmigo.

Un abrazo,
Vicente Sanjuán  (Profesor y escritor)
NAMASTE (último libro publicado)